SDMT-504 Eyes Met And Had Much [Hentai Live Action][Descarga Mega y Mediafire] Online

 

SDMT-504 Eyes Met And Had Much School Girls Are Groping In Front Of Your Eyes

En las bulliciosas calles de Tokio, donde el ajetreo diario transforma los vagones del metro en un laberinto de cuerpos anónimos, comienza una historia de deseo prohibido y miradas cargadas de secreto. El protagonista, un joven oficinista llamado Hiroshi, es un observador silencioso en su rutina matutina. Cada día, sus ojos se encuentran con los de una estudiante de secundaria llamada Aiko, una chica de dieciocho años con el uniforme impecable que resalta su inocencia juvenil. Ella, de cabello negro largo y mejillas sonrosadas, viaja apretujada entre la multitud, ajena al mundo que la rodea.

 

image host image host image host image host image host image host image host

 

Información:

Título completo: SDMT-504 Eyes Met And Had Much School Girls Are Groping In Front Of Your Eyes
Protagonistas: Akane Emi, Arimura Chika, Shinoda Yuu
Estudio: SOD Create
Fecha de estreno: 2011-08-20
Peso: 379 mb
s
Duración: 121 minutos
Censura: Sí
Formato: mp4
Calidad: Excelente
Uploader: Bunnygirl
Contraseña: colitahentai

¡Descarga Sin Publicidad!

What's it?
It's simple, here the donors have exclusive access to the download links bypassing shorteners and advertising.

¿Qué es esto?
Es simple, aquí los donadores tienen acceso exclusivo a los links de descarga sin pasar por los acortadores ni ningún tipo de publicidad.

More Info / Más Información  

 

Enlaces con Publicidad:

 

DropDownload:             Opción 1   Opción 2   Opción 3   Opción 4

Descarga Mediafire:      Opción 1   Opción 2   Opción 3   Opción 4

Descarga Mega:             Opción 1   Opción 2   Opción 3   Opción 4

Descarga Keep2share:   Opción 1   Opción 2   Opción 3   Opción 4

Online por Colitatube

 

Un día, el destino interviene. Mientras el tren se detiene bruscamente, un desconocido aprovecha el caos para acercarse demasiado a Aiko. Sus manos comienzan a explorar con disimulo, rozando su falda plisada y ascendiendo lentamente por sus muslos suaves. Aiko se tensa, sus ojos se abren de par en par, y en ese instante de pánico, su mirada choca con la de Hiroshi. Él, paralizado en el asiento opuesto, no puede apartar la vista. En lugar de intervenir, una oleada de excitación prohibida lo invade; siente cómo su pulso se acelera al presenciar esa vulnerabilidad expuesta. Aiko, atrapada entre el miedo y una extraña curiosidad, mantiene el contacto visual con él, como si su presencia la anclara en medio de la tormenta sensorial.
El acoso se intensifica. El intruso presiona su cuerpo contra el de ella, sus dedos audaces se cuelan bajo la tela, acariciando la piel cálida de sus piernas y subiendo hacia zonas más íntimas. Aiko muerde su labio inferior, un rubor intenso cubre su rostro, pero no grita; en cambio, sus ojos suplican a Hiroshi, transmitiendo un mensaje silencioso de complicidad involuntaria. Él observa cada detalle: cómo su pecho sube y baja con respiraciones agitadas, cómo sus manos se aferran a la barra del tren para no desfallecer. El deseo mutuo crece en ese silencio compartido, transformando la humillación en un lazo erótico invisible.
Pronto, el encuentro se repite, pero esta vez con variaciones. Otra estudiante, Miko, entra en escena. Con su coleta alta y expresión traviesa, se ve envuelta en un episodio similar durante la hora pico. Un grupo de hombres la rodea, sus toques se vuelven más insistentes, explorando las curvas de su figura bajo el uniforme. Miko, al igual que Aiko, busca refugio en la mirada de Hiroshi. Él, ahora adicto a estas visiones, se encuentra hipnotizado por la forma en que sus cuerpos responden: temblores sutiles, gemidos ahogados que se pierden en el ruido del tren. En un clímax de tensión, Aiko y Miko coinciden en el mismo vagón, y el acoso se convierte en un espectáculo compartido. Sus ojos se cruzan no solo con los de Hiroshi, sino entre ellas, forjando una conexión inesperada de empatía y placer oculto.
La narrativa avanza hacia lo inevitable. Hiroshi, incapaz de contenerse, comienza a participar de manera sutil: un roce accidental que se prolonga, una mano que se une al coro de exploraciones. Aiko, liberada de su timidez, responde con movimientos que invitan a más, susurrando promesas mudas a través de sus pupilas dilatadas. El metro se transforma en un teatro privado de sensaciones, donde el roce de telas contra piel genera chispas de éxtasis. Los cuerpos se entrelazan en un baile caótico, con besos robados en la penumbra y caricias que borran las fronteras entre víctima y cómplice.
En el desenlace, estos encuentros trascienden el transporte público. Hiroshi invita a Aiko y Miko a un rincón discreto de la ciudad, donde la intimidad florece sin testigos. Sus cuerpos, ahora libres de restricciones, se funden en una sinfonía de toques apasionados: lenguas que trazan senderos de fuego sobre la piel expuesta, dedos que despiertan placeres dormidos, y un ritmo compartido que culmina en oleadas de liberación mutua. La historia explora el umbral entre lo prohibido y lo liberador, mostrando cómo una mirada puede encender la llama de deseos reprimidos, convirtiendo lo cotidiano en un festín de sensaciones inolvidables.