NHDTA-665 Many Times To Drink [Hentai Live Action][Sin Censura][Descarga Mega y Mediafire] Online

 

NHDTA-665 Many Times To Drink Spit In Kimomen Us In The School Bus Would Succumb Been Squid School Girls

En las avenidas congestionadas de una ciudad japonesa anodina, donde los uniformes escolares simbolizan inocencia y rutina, un autobús escolar se convierte en el epicentro de un torbellino de humillación y éxtasis incontrolable. Bajo la dirección perversa de Jaken Kodama, esta producción de Natural High expone el lado más oscuro de la represión masculina, protagonizada por cuatro estudiantes impecables —Kanae Ruka, Kanata Iori, Koyuru Kanon y Nagomi— que se convierten en presas involuntarias de un grupo de hombres marginados, aquellos seres calvos, obesos y sucios que la sociedad aparta como parias.

 

 

Información:

Título completo: NHDTA-665 Many Times To Drink Spit In Kimomen Us In The School Bus Would Succumb Been Squid School Girls
Protagonistas: Kanae Ruka, Kanon Koyuru, Kusano Mari, Amatsuki Kana
Estudio: Natural High
Fecha de estreno: 2015-04-23
Peso: 2.3 gigas
Duración: 157 minutos
Censura: No
Formato: mp4
Calidad: Excelente
Uploader: Bunnygirl
Contraseña: colitahentai

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Online por Colitatube

 

 

La narrativa arranca con el trayecto matutino habitual. Las chicas, charlando sobre exámenes y amores juveniles, suben al vehículo sin sospechar la trampa. El conductor, cómplice silencioso, desvía el ruta hacia callejones desiertos, sellando las puertas con un chasquido ominoso. Los asaltantes emergen de los asientos traseros: figuras grotescas con miradas lascivas, impulsadas por años de rechazo. Uno de ellos, con aliento rancio, se acerca a Ruka primero, sus manos temblorosas rozando sus muslos bajo la falda plisada. Ella se estremece, intentando apartarse, pero el espacio confinado la inmoviliza. Los toques iniciales son invasivos: dedos que exploran con torpeza, desabotonando blusas para exponer piel suave, mientras murmullos guturales la obligan a enfrentar su vulnerabilidad.
La escalada es implacable. Los hombres, en un frenesí colectivo, rodean a las estudiantes, alternando entre caricias forzadas y penetraciones profundas que las hacen arquearse en oleadas de placer involuntario. Ruka es la primera en quebrarse; un dispositivo vibrante la somete a estimulaciones intensas, llevándola a un clímax explosivo que la deja jadeante, su cuerpo convulsionando mientras chorros de humedad manchan el asiento. Los agresores celebran con escupitajos abundantes: saliva espesa que gotean sobre rostros sonrojados, obligando a las chicas a tragar en un ritual de dominación absoluta. El asco inicial se disuelve en una rendición hipnótica; Kanata, con ojos vidriosos, lame labios húmedos mientras un hombre la penetra desde atrás, sus embestidas rítmicas sincronizadas con lamidas expertas en zonas sensibles que la hacen gemir sin pudor.
La trama se ramifica en escenas paralelas de caos erótico. Koyuru, la más tímida, es sometida a un asedio múltiple: bocas ávidas succionando pezones endurecidos, dedos hurgando en su intimidad hasta provocarle un squirting descontrolado que empapa el pasillo. Nagomi resiste más, pero termina arrodillada, alternando felaciones profundas con penetraciones anales que la dilatan al límite, su cuerpo traicionándola con orgasmos múltiples que la dejan exhausta, suplicando más en un delirio febril. Los hombres, impersonales en su lujuria —Baba, Bokki Sugiura, Goro y otros—, usan condones improvisados y lubricantes para prolongar el tormento, grabando cada rendición con cámaras ocultas que capturan lágrimas mezcladas con éxtasis.
Este no es mero acoso; es una deconstrucción brutal del poder y el deseo reprimido. Las estudiantes, al principio símbolos de pureza, emergen transformadas: adictas al torrente de sensaciones prohibidas, cuestionando su propia moral en la sociedad que las idealiza. El autobús, con su hedor a sudor y fluidos, se erige como metáfora de la trampa cotidiana, donde lo repulsivo irrumpe en lo sagrado. Con 157 minutos de crudeza visceral, NHDTA-665 de Natural High desafía tabúes, invitando al espectador a confrontar la delgada línea entre horror y placer. Las actuaciones de las protagonistas, crudas y auténticas, elevan esta fábula oscura a un culto del fetichismo, donde la saliva no es solo humillación, sino el elixir que libera demonios internos.